La alocución pública fue en la sede de la
Asamblea Nacional Constituyente (ANC), epicentro legislativo que es expresión
del poder constituyente originario.
Ahí recordó que la ANC, la convocó hace
tres años (2017) para que de forma “milagrosa defendiera y garantizara la paz
de nuestro pueblo”.
También presentó una propuesta para el
momento histórico que vive Venezuela, gravemente, amenazada por poderes imperiales y
víctima de un bloqueo criminal, por lo que solició al Poder Constituyente debatir el proyecto de
Ley Constitucional que dotará al Estado venezolano de las capacidades institucionales, jurídicas y de herramientas de gestión para
enfrentar y superar la « más perversa, extendida y brutal agresión que haya sufrido
nuestra Patria en 200 años de vida republicana”.
Origen
del bloqueo y propósito estadounidense
Explicó el mandatario Maduro que desde
cuando el pueblo venezolano eligió al Comandante Hugo Chávez Presidente
de la República el 6 de diciembre de 1998, el imperio estadounidense, definió
una doctrina estratégica, “la del cambio de régimen”, es decir un plan que ha
dominado desde entonces las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela.
Esta ideología establece que Estados
Unidos no permitirá la consolidación en Venezuela de un proyecto político y de
una democracia regida por los principios de independencia, auto determinación,
soberanía e igualdad entre los Estados.
El imperio estadounidense no tolera que en
Venezuela exista un Estado Social de Derecho y de Justicia, una
democracia popular, participativa y protagónica, cuyo centro es la búsqueda de
la igualdad, el bienestar colectivo y la felicidad social.
La doctrina del cambio de régimen establece
que Estados Unidos hará todo lo que esté a su alcance para evitar que Venezuela
construya pacífica y democráticamente, un camino propio hacia el desarrollo, la
justicia social y bienestar: el camino al Socialismo.
En más de dos décadas, esta doctrina
hegemonista ha sido aplicada y llevada adelante por tres presidentes
estadounidenses: George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump.
El cambio de régimen plantea que para
sustituir el proyecto bolivariano Estados Unidos aplicará en sus relaciones con Venezuela todas las opciones
disponibles, “todas las opciones sobre la mesa”, como le gusta decir a
Donald Trump.
Para ello, buscan derrocar al Gobierno
legítimo de Venezuela,
destruir el modelo democrático, aniquilar las fuerzas políticas y sociales que
lideran el proceso revolucionario y tomar control del país.
Se trata de una ideología anacrónica y
reaccionaria, que revive los más oscuros tiempos de la Doctrina Monroe y
que tiene dos grandes objetivos:
1.- Disciplinar políticamente, a los pueblos del continente, arrancando de raíz el peligroso ejemplo de la Revolución Bolivariana, asegurando el control sobre el “patio trasero”, como despectivamente, llaman en la Casa Blanca a la América Latina y el Caribe.
Recalcó “cree la élite estadounidense que
liquidando el proyecto bolivariano enviarán un mensaje a todos los pueblos del
continente: que nadie se atreva mínimamente a proponer un modelo democrático y
popular, pues será puesto en la mira del imperio y no tendrá -como las estirpes
condenadas a cien años de soledad de García Márquez- una segunda oportunidad
sobre la tierra”
Hizo referencia que se trata de una “ambición trasnochada, revivida en
el siglo XXI por el supremacismo y el extremismo que encarna Donald
Trump”, la cual se expresa en los concreto en el renovado bloqueo contra Cuba;
en la cobarde agresión contra la Nicaragua sandinista, en los golpes de Estado
contra Evo Morales, Dilma Rouseff, Fernando Lugo, Mel Zelaya, y en la traición
en Ecuador al proyecto de la Revolución Ciudadana.
Por medio de la mencionada doctrina EEUU “usa
como títeres a Gobiernos de naciones hermanas, los instrumentaliza, y -con
total desprecio por sus pueblos- utiliza sus territorios como plataforma de
agresión contra Venezuela”.
Siendo los dos, más claros ejemplos “de
esta perversión política, extremista y criminal, lo representan hoy para
vergüenza de América Latina, la Colombia de Iván Duque y el Brasil de Jair
Bolsonaro”.
2.-
Asaltar el poder político en Venezuela y cambiar el modelo político tiene como
fin último saquear nuestro país.
Se trata de tomar control absoluto
de los inmensos recursos y riquezas de Venezuela, “recursos que son propiedad
exclusiva e irrenunciable del pueblo venezolano, y palanca para nuestro
desarrollo. Para hacerlo, el imperio necesita destruir al Estado, arrasarlo y
rediseñarlo bajo la fórmula atroz del neoliberalismo y el neo coloniaje”,
apuntó Maduro.
El halcón imperial, el plan de Washington
y de los operadores internos (EEUU) en Venezuela busca es apropiarse de los
hidrocarburos, minerales, de las inmensas extensiones de tierra, de los
gigantescos reservorios de agua y biodiversidad; asimismo,
ponerle las manos al patrimonio material y espiritual del pueblo venezolano, y
entregarlo al servicio de los intereses corporativos y geoestratégicos del decadente
imperio estadounidense refirió Maduro.
“A este plan, que busca reducirnos a la
condición de vasallos, de perros falderos, de nueva colonia, es a lo que nos
hemos enfrentado desde 1999. A este proyecto de destrucción de nuestro
Estado, que pretende instalar un Gobierno satélite para que franquicie al país,
y lo entregue a los poderes fácticos globales, a ese proyecto de anti patria,
es a lo que la Revolución Bolivariana -con Chávez y conmigo hoy al frente - ha
plantado cara durante 20 años”, detalló.
La guerra del cambio de
régimen
Aclaró el Presidente Maduro que la
estrategia de EEUU, se ejecuta a través de la guerra, una no declarada,
invisible, pero cuyos efectos sí se sienten todos los días en la vida, en el
trabajo, las familias, los afectos y la conciencia.
Prosiguió detallando que la guerra para el
cambio de régimen es multiforme, y como toda guerra es cruel, inhumana,
criminal.
Deploró que lo cruel está “detrás de una
retórica hipócrita, del cínico
discurso que ensalza la democracia y las preocupaciones humanitarias, se
esconde la más abyecta ambición”.
Dejó al descubierto que Estados Unidos no
quiere democracia ni elecciones en Venezuela. “Para poder sojuzgarnos, ejecuta
un ataque dirigido a destruir nuestra economía, a arrasar las bases materiales
que sustentan la vida de nuestro pueblo”.
Consecuencias económicas y sociales del
bloqueo
Indicó que el bloqueo económico, financiero y
comercial se ejecuta contra Venezuela desde el año 2015, siendo la
materialización en el campo de la economía de esa política de guerra.
“Su objetivo es asediar, ahogar, asfixiar
la economía venezolana hasta implosionarla, y generar una crisis interna que
justifique una intervención externa y un cambio de régimen en Venezuela”
¿Sabes cómo se ha ejecutado el mencionado bloqueo?. El presidente Maduró
lo precisó, “a través de la llamada política de sanciones, que el cínico
discurso de la Derecha venezolana niega, no se trata de una simple lista de
personas a las que se le retira la visa, como hipócritamente dicen los medios
de desinformación del imperialismo”.
El bloqueo es, como diría Von Clausewitz,
la continuación de la guerra por otros medios, en este caso a través de medios
económicos, insistió Maduro.
El bloqueo se ha aplicado por fases: la primera, asfixia y en cinco años, el
bloqueo logró cortar de un tajo el financiamiento al país, impidiendo que el
Estado disponga de las divisas, del oxígeno que requiere para adquirir alimentos,
medicinas, insumos, repuestos y materia prima esenciales para la actividad
económica.
Lo describió como “el cortocircuito económico, financiero y comercial” de tipo inducido que impide obtener los recursos para fortalecer el salario y los beneficios de los trabajadores, para la compra de alimentos, para salvar vidas, para la educación de los niños y niñas, para sostener el sistema de protección social de la población.
Entre 2014 y 2019 Venezuela experimentó la
más brusca caída de ingresos externos de su historia. En seis años, perdimos
99% del volumen de ingresos en divisas.
Dicho de otra manera: De cada 100 dólares o euros que el país obtenía por la venta de petróleo en 2014, hoy obtiene menos de 1.
Ese desplome sin precedentes, sin dudas un
terremoto en los cimientos mismos de nuestra economía, tuvo como causa inicial
la guerra declarada contra los precios del petróleo, diseñada por el
imperialismo y las transnacionales de la energía, con el fin atacar a los
países productores.
Posteriormente, cuando los precios
iniciaron una relativa recuperación, alcanzada por la voluntad política de los
países productores dentro y fuera de la OPEP, se pasó entonces a la segunda fase: el colapso, el bloqueo
total a la economía.
La caída de los ingresos externos de
Venezuela se acelera a partir de 2015 cuando comienza la persecución financiera
contra PDVSA, que culmina en 2019, con el robo de CITGO, la operación de
despojo más grande que se haya cometido en la historia reciente contra alguna
nación el mundo.
Desde 2015 en adelante, el ritmo de caída
de los ingresos externos de Venezuela se eleva a 30 mil millones de dólares al
año. Esta cifra desafía la imaginación.
“Resulta imposible imaginar siquiera el
tamaño de la presión que ha sido aplicada a nuestra economía y del sufrimiento
a que ha sido sometido nuestro pueblo”, enfatizó Maduro.
También invitó
a cada venezolano a que hagan un ejercicio de escenarios: buscando a cualquier
país, subdesarrollado o pobre, busquen cualquier economía desarrollada del
mundo, y pregúntenle a sus economistas, ¿qué pasaría si esa economía dejara de
recibir 30 mil millones de dólares cada año durante cinco años?
¿Qué clase de crisis atravesaría una
economía del mundo desarrollada si eso llegase a ocurrir, que pasaría con su
población, con sus niños, niñas, con sus ancianos, con sus mujeres?
Por lo que siguió –explicando- la abrupta
caída de los ingresos externos, deterioró, profundamente, los equilibrios
macroeconómicos, afectando severamente todos sus indicadores: las reservas del
país, la balanza comercial, el producto interno, el índice de precios, la
liquidez monetaria, las tasa de interés.
Se desató un implacable ataque al signo
monetario; se indujo una crisis en el
funcionamiento normal de los circuitos de producción, distribución y consumo de la economía productiva, creando de facto un proceso de
informalización económica caótico y especulativo.
Todo ello derivó en graves consecuencias
para la economía real: la industria, el comercio, la producción agrícola.
Bloqueo a PDVSA
En torno al ataque directo de EEUU a la
empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), el Presidente Maduro hizo referencia a
una Declaración del Departamento de Estado de Estado Unidos en enero de 2018,
citando:
“La campaña de presión contra Venezuela está funcionando. Las sanciones
financieras que hemos impuesto han obligado al Gobierno a comenzar a caer en
default, tanto en la deuda soberana como en la deuda de PDVSA, su compañía
petrolera. Y lo que estamos viendo (…) es un colapso económico total en
Venezuela. Entonces, nuestra política funciona, nuestra estrategia funciona y
la mantendremos”.
(Fin de la cita)
Añadió que “esta es la confesión de un
delito internacional, de un acto de salvajismo económico con la única intención
de hacerle daño a un país y a su pueblo. Esta es la confesión de un crimen de
lesa humanidad”.
Resumió entonces que desde el año 2015, la
criminal persecución contra PDVSA ha seguido
de manera simultánea varios cursos de acción:
Primero: La persecución financiera para asfixiarla económicamente.
Segundo: Las operaciones jurídico-políticas en tribunales extranjeros para
despojarla de sus activos,.
Tercero: El embargo al comercio
internacional del petróleo venezolano.
Y cuarto:
El sabotaje interno para producir la caída de la producción.
Dijo que la confiscación de los recursos y
activos de PDVSA, incluyendo varias refinerías y la empresa CITGO, cuyos
activos superan los 40 mil millones de dólares, pasarán a la historia como el
más canalla acto de infamia entre una nación poderosa, sus tribunales y una
banda mafiosa y criminal.
Las órdenes ejecutivas de Donald Trump
impidieron que PDVSA lograse financiarse en los mercados financieros; ello
mermó su capacidad de inversión y de producción, en una industria como el
petróleo, cuya característica principal es el uso intensivo de capital.
Entre 2014 y 2019, la producción petrolera
de Venezuela cayó 66,5%. Para el año 2019, solo se generó un tercio del
petróleo que producíamos en 2014.
Entre 2015 y 2019, Venezuela dejó de
producir en total cerca de mil 195 millones barriles de petróleo, es decir: 1,19
millardos de barriles.
Estudios independientes estiman que las
sanciones fueron responsables de aproximadamente 58% de la caída total de la
producción de PDVSA desde 2015.
Esas mismas investigaciones calculan que
el ingreso no percibido por la República debido a la caída de la producción
petrolera entre 2015 y 2019 se ubica en el orden de los 65 mil millones de dólares.
El último de estos actos a los que se
refirió de “filibusterismo económico”, lo constituye el asalto de buques y
despachos que traen a Venezuela los productos que nos permitirán reactivar las
refinerías, producir gasolina y surtir el mercado interno de combustibles.
El embargo de facto a las ventas de crudo
de Venezuela hacia el mundo, la descarada presión contra empresas de varios
países para que cesen sus operaciones en Venezuela, el chantaje sobre los
proveedores de la industria para que nieguen repuestos y servicios, todo,
absolutamente todo, está escrito en las órdenes ejecutivas de Donald Trump
contra la industria petrolera nacional.
Esta operación mafiosa ha sido aplaudida
por los empresas buitres que esperan
quedarse con CITGO y con todos los activos venezolanos en el extranjero, y por
la dirigencia de la Derecha extremista venezolana.
¿Cuánto más de lo que hemos hecho,
cuánto más podríamos haber
realizado con esos recursos, cuántas viviendas habríamos construido, cuántas
vidas hubiésemos
salvado, cuánto alimento y medicinas habríamos podido comprar o producir, si
Estados Unidos y sus peones internos no se hubiesen ensañado contra PDVSA?
Impactos sociales del
bloqueo
“Cuando decimos que el bloqueo y las
sanciones constituyen el más perverso delito cometido contra el pueblo
venezolano, es porque atacan directamente el derecho a la vida, los derechos
esenciales y la dignidad de todos nosotros”, así lo explicó el Presidente
Nicolás Maduro en su intervención, ante la ANC.
Durante la primera década de este siglo, Venezuela obtuvo los
mayores indicadores sociales de todo el continente, el impulso de las políticas
sociales de la Revolución, las políticas de inclusión y de igualdad creadas por el Comandante Chávez, en menos
de diez años, permitió que Venezuela redujera la pobreza y la pobreza extrema a
niveles históricos; aplanó la pirámide social, reduciendo la desigualdad y transfiriendo más
de 20% de la riqueza de los sectores de alto nivel de ingreso hacia las clases
medias, los pobres y los sectores históricamente incluidos.
El Comandante Chávez diseñó el Sistema de
Misiones y de Grandes Misiones que en pocos años -con la energía creadora y la
participación popular- dieron respuesta contundente a la deuda social acumulada
con el pueblo venezolano de casi un siglo: Barrio Adentro, Robinson, Ribas,
Identidad, Milagro, Mercal, Negra Hipólita, José Gregorio Hernández… el sistema
fue creciendo y se extendió a hacia las grandes misiones, la Misión Hábitat
derivó en la Gran Misión Vivienda Venezuela, la Misión Abastecimiento Soberano
derivó en la Gran Misión Alimentación.
Las Misiones, ese concepto maravilloso,
creación heroica del Comandante Chávez y el pueblo venezolano, permitió
ejecutar la más gigantesca transferencia de recursos y riquezas hacia los
sectores medios, los pobres y excluidos de toda nuestra historia.
Aún aquejado de salud, Chávez redactó de
su puño y letra la ley laboral más avanzada de este continente. Se inició una
lucha para acabar con el latifundio y se rescataron y transfirieron millones de
hectáreas al pueblo campesino.
Se convirtió a los habitantes de los
cerros y barriadas en propietarios y se inició el proyecto de construcción de
viviendas sociales más ambicioso del mundo, que a este año ha entregado
vivienda a más de 3 millones 200 mil
familias.
En una década,
el Estado dedicó a la inversión social casi 800 mil millones de dólares.
Venezuela se convirtió en una nación de derechos, más igualitaria y auténticamente incluyente.
Gracias al rescate de los naturales y de
la democratización de la renta, se vive una Revolución social; un auténtico
Estado del Bienestar, centrado en la justicia social, en el empeño por alcanzar
el bien común y en la búsqueda incansable, como lo soñó el Simón Bolívar, de la suprema felicidad social.
¿Qué
ha atacado el criminal bloqueo y la agresión multiforme?
-
Ha
atacado el corazón del proyecto de justicia social, afirmó Maduro.
Todos los indicadores sociales han sido afectados de manera importante: la morbi mortalidad infantil, los niveles de nutrición de la población, el consumo calórico, el acceso a los alimentos, han sufrido el impacto de las medidas, o han sido en buena medidas determinados por los impactos del bloqueo.
El Centro de Estudios de Política
Económica de Estados Unidos lo ha dicho
en una profunda investigación sobre el bloqueo a Venezuela.
Los
economistas estadounidenses Mark Weisbrot y Jeffrey Sachs afirman que por sus
efectos sobre la población las sanciones
deben ser consideradas como un “castigo colectivo al pueblo venezolano”
y sostienen que el bloqueo y las medidas coercitivas contra Venezuela son
responsables de al menos 40 mil muertes en nuestro país en los últimos años.
Conozca el marco jurídico
que legitima la agresión económica
La arquitectura de este plan contra
Venezuela ha sido diseñada en detalle desde los Estados Unidos, través del
sistema financiero, de tribunales internacionales y estadounidenses, con el
apoyo del grupo de marionetas políticas que Washington ha encargado de
legitimar, el latrocinio contra Venezuela fundamentó el Presidente Nicolás
Maduro.
“La asociación entre los halcones
supremacistas de la Casa Blanca, las empresas buitre que aspiran quedarse con
los activos de Venezuela y la banda de delincuentes venezolanos que encabeza el
señor Juan Guaidó, conforma hoy en día una auténtica organización criminal. Una
organización mafiosa que carece de escrúpulos, que no respeta la legalidad, y
que está dispuesta a todo para lograr su objetivo”, estimó.
Desde el año 2014 Estados Unidos ha
promulgado una ley, siete decretos u órdenes ejecutivas, una firmada por Barack
Obama en marzo de 2015, y seis por Donald Trump, además de 300 medidas
administrativas que conforman -en conjunto- la política de sanciones, de
bloqueo, de agresión multiforme contra Venezuela.
Estos instrumentos jurídicos son el brazo
de aplicación del más salvaje bloqueo que haya conocido el mundo aplicado,
cruelmente, contra el pueblo venezolano.
Es la misma política que Jeffrey Sachs y
Mark Weisbrot, economistas estadounidenses, definen en sus estudios
sobre Venezuela como ”castigo colectivo al pueblo venezolano”; y es
exactamente, la misma que el experto independiente de la ONU en derechos
humanos, Alfred de Zayas, describe como “crimen de lesa humanidad”..
Hablamos siempre de la misma política: la ilegal
aplicación de medidas coercitivas unilaterales, denominadas con el cruel
eufemismo de sanciones, política rechazada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas, definida como un hecho contrario del Derecho Internacional
y violatorio de la Carta de la ONU.
El bloqueo a la economía venezolana está
anclado a una estrategia global, de largo plazo, de carácter bipartidista, que
refleja el consenso de la élite estadounidense acerca de las relaciones con
nuestro país.
“La criminal agresión contra nuestra
Patria, debe entenderlo todo el país, se inserta en una acción estratégica del
imperio y está fundamentada en dos leyes del Congreso estadounidense, de los
años 1976 y 1977, que otorgan poderes especiales al Presidente de Estados
Unidos ante situaciones de emergencia nacional”, llamó a la reflexión el
mandatario venezolano.
Esa es la razón por la cual Barack Obama,
en el año 2015, declaró a Venezuela una “amenaza inusual y extraordinaria a
la seguridad nacional de Estados Unidos”. Lo que parecía entonces un gesto
absurdo, respondió a una lógica estratégica: para poder arrasar a Venezuela,
era necesario demonizarla como una “amenaza” y de ahí en adelante invocar y
aplicar leyes que fueron escritas para una situación de guerra.
Se trata, pues, de una política sustentada
jurídicamente sobre una situación de excepcionalidad, que permite al
jefe del imperio amenazar y agredir a otras naciones, perseguir y sancionar
personas e instituciones, dentro y fuera de Estados Unidos, confiscar fondos y
activos, hasta ejecutar acciones militares.
Todos los venezolanos y venezolanas
debemos comprender que no estamos ante una política caprichosa, parcial o
personal, que dependa de quien ocupe la Casa Blanca, o que pueda ser revertida
por un resultado electoral.
¿Cuál es la estrategia para hacer frente
al bloqueo?
El bloqueo es una política de Estado y
debe ser respondida con acciones y herramientas de Estado que estén a la altura
la gravedad del problema, así lo describió el Presidente Nicolás Maduro.
El pasado 13 de febrero, un mes antes de
que iniciáramos la lucha contra el COVID19 en Venezuela, acudimos a la Corte
Penal Internacional para denunciar a quienes desde Estados Unidos han cometido
estos atroces crímenes de lesa
humanidad.
Tenemos confianza en que, más temprano que
tarde, la justicia internacional mirará a Venezuela, con objetividad y verá el
daño gigantesco que Estados Unidos le ha producido a un pueblo pacífico,
amoroso y trabajador.
Pero esa sola acción, aunque necesaria, no
es suficiente.
Es tiempo de que nuestra nación, con el
concurso de todos sus ciudadanos de bien, de todos y todas las patriotas, de
sus sectores productivos, de sus intelectuales y científicos, de sus Fuerzas
Armadas, de su Poder Popular, responda al bloqueo y las sanciones con una
estrategia al mismo nivel.
El daño causado por el imperialismo y sus
lacayos a nuestro país y a nuestro pueblo es inconmensurable y en buena parte,
irremediable.
A la acción de agresión del imperialismo,
debemos responder con una acción estratégica flexible, de defensa y contra
ataque, que permita enfrentar el bloqueo, y evitar que siga produciendo más
dolor y daño a nuestra Patria.
A esta política excepcional de Estados
Unidos, debemos responder con audacia y creatividad, adaptando y flexibilizando
nuestro marco jurídico y administrativo, y adaptándonos a las amenazas
sancionatorias y a complejas, y cambiantes circunstancias.
No podemos seguir permitiendo que nuestros
recursos y activos sean congelados, bloqueados o confiscados. Es obligante, es
un deber patriótico defender el patrimonio de los venezolanos. Proteger
nuestros recursos para producir más distribuir mejor.
Insistió que es tiempo de inventar sin
errar.
Necesitamos buscar fórmulas para poder
comerciar libre y legalmente con el mundo sin temor a las represalias de
Estados Unidos. Necesitamos recuperar los ingresos del país apoyándonos en
nuestras fortalezas y capacidades para
poder defender a nuestro pueblo de los terribles efectos del bloqueo.
Esa es la razón de mi presencia hoy aquí,
y del por qué en nombre del pueblo venezolano, acudo hoy ante este órgano del
poder constituyente originario, para pedirle que discuta, debata y apruebe una Ley
Constitucional para plantarle cara y superar el bloqueo.
La he denominado Ley Anti Bloqueo para
el Desarrollo Nacional y la Garantía de los Derechos del Pueblo Venezolano.
Principales elementos de la Ley Anti
Bloqueo
La Ley Constitucional que presentó el
mandatario nacional Nicolás Maduro, ante la soberana Asamblea Nacional
Constituyente representa una primera y necesaria respuesta jurídica para hacer
frente al bloqueo.
A través de esta Ley se crean mecanismos
que fortalecerán la gestión pública, mejorarán los ingresos de la nación y
crearán incentivos racionales y adecuados bajo controles flexibles para estimular
la actividad económica interna y alianzas productivas externas que favorezcan
el desarrollo nacional.
Todos los países bloqueados y asediados
por sanciones han desarrollado instrumentos jurídicos para responder a la
agresión unilateral de Estados Unidos.
La Ley anti bloqueo es la primera
respuesta del Estado que, dentro del ordenamiento constitucional y jurídico
vigente, y en un marco normativo especial y temporal, permitirá al Estado:
Proteger nuestros activos internos y
externos de la amenaza de confiscación, robo y saqueo por parte de gobiernos
extranjeros o empresas alineadas al bloqueo, mediante una gestión eficiente de
los mismos.
Realizar alianzas o asociaciones con
sectores productivos y empresas dentro y fuera de Venezuela, para desarrollar
sectores económicos o negocios en áreas estratégicas como hidrocarburos,
minería, producción industrial, producción agrícola y servicios.
Diseñar mecanismos temporales para
acelerar la gestión de sectores económicos, atraer inversiones productivas a
gran escala y mejorar el ingreso nacional, flexibilizando, por ejemplo, la
participación accionaria del Estado en empresas mixtas.
Gestionar eficientemente activos y pasivos
del Estado a fin de aumentar los ingresos de la nación.
Crear marcos de incentivos laborales y
tributarios, y fortalecer la estabilidad jurídica para el desarrollo de
sectores o áreas productivas específicas.
Potenciar el uso del Petro y otras
criptomonedas en el comercio interno y externo.
La Ley Anti Bloqueo para el desarrollo
nacional pone como prioridad, la obtención de los recursos que el país necesita
y que le han sido robados por el gobierno de Estados Unidos.
La ley abre puertas para la innovación
administrativa, la gestión legal y para encontrar caminos originales y propios
que nos permitan salir de la crisis inducida por el bloqueo.
La Ley reafirma la plena vigencia de la
estabilidad laboral para todos los trabajadores y trabajadoras y el pleno
disfrute de sus derechos sociales, en aquellos sectores donde ejerzan las
acciones de contempladas en la misma.
Ordena que los nuevos ingresos que
obtendrá el país se dirijan especialmente a:
Fortalecer el ingreso real de las y los
trabajadores y las políticas de compensación para la recuperación progresiva
del salario.
Fortalecer y ampliar la red y las
políticas de protección social del Estado y de sus prioridades como son la
alimentación y la salud. Los ingresos extraordinarios generados por las
alianzas productivas se invertirán de forma obligatoria en programas como el
CLAP y en la protección social de niños niñas adolescentes, madres y sectores
más vulnerables.
Mejorar la provisión de servicios públicos:
agua, energía eléctrica, gas doméstico, transporte y telecomunicaciones.
La Ley Anti Bloqueo es un instrumento para
blindar los 16 motores productivos que hemos diseñado junto al pueblo para
relanzar nuestra economía.
Para crear, a partir de las prioridades
definidas en esos 16 sectores estratégicos, el nuevo modelo productivo del
país: una economía real y productiva basada en el trabajo, la innovación, el
conocimiento científico, la producción industrial y agrícola nacional y el
desarrollo de todas nuestras potencialidades económicas.
Es un instrumento para seguir avanzando en
el Plan de la Patria que nos legara el Comandante Chávez, como guía
suprema para construcción de la Venezuela Potencia, de la Patria nueva.
La Ley Constitucional que hoy presentamos
al país, responde a una necesidad estratégica del Estado en virtud de la
agresión multiforme que se ejecuta contra Venezuela, y los mecanismos creados
por este instrumento jurídico, estarán vigentes de manera excepcional mientras
dure el bloqueo, o hasta tanto cesen los efectos de las sanciones y amenazas
contra la economía.
Resumen
Venezuela enfrenta la más grande, cruel y
extendida agresión de nuestra historia, ejecutada por el imperio más desalmado que
haya conocido la humanidad.
Se afronta una verdadera organización
criminal internacional que reúne a poderosos intereses financieros,
corporativos y políticos globales.
Advirtió el Presidente Nicolás Maduro que “la
conspiración no se detendrá hasta destruir a Venezuela, avasallarnos y tomar
control de nuestra Patria. Por ello es necesario, es urgente, es vital unir al
país”.
Tras cinco años de infamia, bloqueo y sanciones Venezuela marcha en paz a un proceso electoral, el próximo 6 de diciembre para elegir al nuevo Parlamento Nacional.
Nada de lo que ha hecho contra nuestra
Patria, hubiese alcanzado el nivel de atrocidad que muestra, si Estados
Unidos no hubiese contado con la
complicidad de un grupo de políticos sin alma y sin patria, que alcanzaron por
la vía electoral, el control de la Asamblea Nacional sólo para traicionar al
país y tratar de entregarlo, como Judas, a sus verdugos.
El camino que se transita hacia la
superación de los problemas generados por el bloqueo, es tan importante para
reforzar la conciencia patria; y juntos, todos y todas, con nuestras
diferencias, marchemos en paz hacia la elección del 6 de diciembre.
Maduro enfatizó que cuando señala “juntos,
respetando nuestras visiones” ya que Venezuela no le pertenece a una persona, a
un grupo o a una parcialidad. “Venezuela nos pertenece a todas y todos. Y por
eso, todas y todos los que, como decía Augusto Mijares, sentimos la Patria
hasta en las venas, tenemos un compromiso con ella el próximo 6 de diciembre.
No le fallemos.”, añadió.
La principal tarea de Venezuela en los
próximos años será superar y vencer
bloqueo y las sanciones; derrotar esta guerra híbrida que se libra a
través de la economía.
Por esa razón es fundamental dotar al
Ejecutivo Nacional -con el respaldo de todas las instituciones del Estado- de
las capacidades para enfrentar y vencer el gigantesco latrocinio que se ejecuta
contra nuestra nación. Es necesario blindar y proteger nuestra economía.
Al igual que en 1902, cuando Cipriano
Castro convocó a todos los patriotas más allá de sus diferencias para hacerle
frente a la planta insolente del extranjero que bloqueaba nuestras costas, hoy
convoco a la unión, a la unidad nacional, a una sola voluntad nacional para
superar el bloqueo.
Reseñó que las y los venezolanos están obligados
por nuestra historia, por nuestra Constitución, por la memoria heroica del
Libertador Simón Bolívar y por el legado del Comandante eterno Hugo Chávez a
plantarle cara y revertir esta canallada histórica.
Venezuela no buscó esta guerra ni este
conflicto con Estados Unidos. Venezuela
ama la paz y quiere estar en paz con Estados Unidos. Es Estados Unidos, en su
ambición imperial, el que le ha declarado una guerra silenciosa e invisible a
Venezuela.
“Hemos soportado cinco años de la más
perversas e inhumanas agresiones. Nos tocó a esta generación de venezolanas y
venezolanos enfrentar esta dura prueba histórica y no nos arrepentimos ello”,
estimó el mandatario venezolano.
Valoró que “el bloqueo y las sanciones han herido profundamente a nuestro
pueblo, es verdad, pero no han podido borrarle la sonrisa de su rostro, ni la ternura,
ni el amor, ni la solidaridad infinita que anida en nuestra alma. Somos los hijos e hijas de Bolívar, de
Guaicaipuro, de Zamora, de Chávez. Hoy estamos más fuertes. Y mañana lo
estaremos aún más. Nuestro pueblo ha resistido con dignidad y firmeza la
agresión imperial. Y hoy estamos aquí, después de que Estados Unidos lanzara
contra Venezuela “las arañas más negras de su nido" como dijera el
poeta español Miguel Hernández refiriéndose al fascismo, estamos de pie
diciéndole al imperio yanqui: ¡Imperio criminal no ha podido con nosotros, y
jamás podrás con nosotros!. “.
Destacó que resuenan como nunca antes las
palabras de José Felix Ribas a los jóvenes seminaristas y soldados en la
heroica ciudad de La Victoria, la noche previa al 12 de febrero de 1814: “No
podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer”.
Acotó que, al recibir el premio Nobel de literatura en 1971,
el gran poeta de América, Pablo Neruda,
le habló a los trabajadores, a los hombres y mujeres de bien, y les dijo:
“Nuestras estrellas principales son la lucha y la esperanza”.
Y citando al gran poeta ArturRimbaud agregó: “sólo con una
ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y
dignidad a todos los hombres.”
Y
yo agrego: con ardiente paciencia, con trabajo, con conciencia y con unión,
derrotaremos la oscuridad del bloqueo y elevaremos al pueblo de Venezuela a su
destino histórico: el desarrollo y el bienestar, por el camino del Socialismo.
Pueblo venezolano, aquí estamos hoy, tus hijos
e hijas de bien para defenderte, para amarte, para transitar juntos el camino
hacia la victoria.
¡Superaremos juntos el bloqueo y las
sanciones!
¡Nosotros, venceremos!
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