De los avances
progresistas al ataque del fascismo
Realmente los
avances alcanzados en la primera década del Silgo XXI, marco un periodo de
intercambios entre la principales países de la región, luego de la derrota de
EEUU en la Reunión de Mar del Plata, dio un frenado al intento de profundizar
el neoliberalismo en Sudamérica, pero los acuerdos de Argentina apoyado por el
presidente Néstor Kirchner, Brasil por el presidente Lula, con el presidente
uruguayo del Frente Amplio (FA), Tabaré Vázquez, con el presidente de Cuba
Fidel Castro y el comandante presidente Hugo Chávez, marcaron un parado al
imperialismo y abrieron el camino a una vía progresista, llegando a acuerdos de
intercambio económicos, sociales, culturales, generando una década de
prosperidad e integración.
Los acuerdos
propuestos por la República Bolivariana de Venezuela desempeñan un papel
protagónico en la edificación de la unidad latinoamericana y caribeña. Ha
impulsado desde convenios de cooperación energética hasta nuevos espacios de
integración regional y es a través de estos acuerdos, que se propone fomentar
el desarrollo económico en los países mediante la creación de una agenda
científica y tecnológica vinculada a una eficiente integración regional
energética en la región.
Es por esto que
la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el Mercado
Común del Sur (Mercosur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Alianza Petrolera
entre países del Caribe y Venezuela (Petrocaribe) plantearon la posibilidad de
crear un mercado común para fomentar la producción sostenible en los países
ubicados en estas dos regiones.
El Mercosur cuenta con una población de
292.579 millones de habitantes y durante el 2013, sus exportaciones totalizaron
USD343,7 millones y las importaciones USD348,2 millones. El ALBA tiene una
población de 73.222 millones, las exportaciones de este grupo de países fueron
de USD 47,3 millones y las importaciones cerraron el año pasado en USD88
millones.
En cuanto a la
Celac, los países latinoamericanos y del Caribe reúnen 601.906 millones de
habitantes, las exportaciones sumaron USD601,9 millones y las importaciones
USD1,0 billones. Petrocaribe, cuenta con 94.426 millones de habitantes,
mientras que sus exportaciones fueron de USD40,3 millones y las importaciones
USD103,2 millones. Para finalizar, Unasur posee una población de 403.087 y sus
exportaciones cerraron el 2013 en USD 560,8 millones y las importaciones en USD
600,1 millones.
De acuerdo al XV
Congreso Latino-Iberoamericano de gestión tecnológica sobre las nuevas
condiciones y espacios para el desarrollo científico, industrial y la
cooperación internacional, los principios de esta integración económica que se
proponen crear estarán basados en la capacitación, el desarrollo de la
infraestructura y aprovechamiento de fuentes alternativas, así como la cohesión
de las capacidades y fortalezas que en materia de comercio puedan desarrollarse.
El ministro de Comercio de Venezuela, Dante
Rivas, en esa etapa destacó que la unificación de estos países y el desarrollo
de esta alianza permitirán el avance de un mercado potente, con grandes
desafíos positivos, el cual facilitará los trámites de importación y
exportación. Así mismo, sostuvo que el objetivo principal será llevar a la
práctica la visión continental que tenía el libertador, Simón Bolívar.
Para los
miembros de estas alianzas se trata de una etapa decisiva y madura, ya que, para
ellos, durante la última década, la mayoría de las naciones están
capitalizadas. La meta de este proyecto es que haya mayor igualdad y que se
acorte la brecha entre ricos y pobres.
Esta afirmación
fue sustentada durante el Primer Encuentro de Ministros de Economía, Comercio e
Industria de la Celac, desarrollado en Costa Rica, en donde los representantes
de las carteras sustentaron que se deberá hacer un esfuerzo para sacar al 32%
de la población pobre que aún existe en la región.
Igualmente, manifestaron que es necesario
aprovechar que la economía latinoamericana está experimentando un gran
crecimiento gracias a la unificación de bancos, empresas multinacionales,
servicios, industrias, etc., lo cual traerá consigo un aumento del consumo por
parte de la población, elevando así la calidad de vida en la mayoría de los
países.
La Celac
sustenta que ningún país tiene viabilidad política por sí solo, en el mundo del
mañana, ni siquiera los más poderosos ya que habrá que enfrentar retos propios
de naciones gobernadas por líderes diferentes al espectro político y sólo así,
los ciudadanos de Latinoamérica tendrán un mejor futuro y podrán superar la
profunda “crisis civilizatoria que tiene en el capitalismo y el imperialismo”
según los mandatarios de los estados caribeños.
Este es el
tiempo, la hora y la época de Latinoamérica, momento de avanzar y crecer, de
integrarse. “Es el momento de compartir buenas prácticas que permitan un
desarrollo económico acelerado de nuestros países. Especialmente utilizando el
poder de compra del Estado, donde las adquisiciones de los entes
gubernamentales son motor de desarrollo de la producción local” afirmó Rivas.
Frente a estos
análisis y afirmaciones, no cabe duda que Venezuela genero un gran interés por
lograr que esta alianza se lleve a cabo, sin embargo, es de vital importancia
analizar hasta dónde quieren llegar y si es viable la unificación de estos
países.
La hipocresía de
los presidentes latinoamericanos aliados a Trump
El denominado
acuerdo de Perú fue creado como un mecanismo de presión, contra los países
sudamericanos, la inserción de modelos de ultraderecha y en el diciembre del
2019, se amplió en modelos fascista de Brasil, con el presidente de
ultraderecha Bolsonaro, un en enfermo capitán del ejército brasileño, en el
golpe a Joao Gulart, siendo este personaje un torturador y asesino de líderes
de izquierda, fue expulsado del ejército y ahora renace para aplicar el
fascismo en las escuelas, con esvástica en la aulas, llegando acuerdos con el
Sionismo de Israel, creando políticas de
exterminio a los pueblos originarios del amazonas y los movimiento sociales de
los Sin tierra, creando una grave crisis en el pulmón de Sudamérica, ante la destrucción de las riquezas y
destruyendo el ecosistema.
En ese mismo
sentido los países de Perú, Chile, Argentina, Ecuador, Colombia, han creado a
través de acuerdos con el mandatario de EEUU Donald Trump, han reestablecido la
políticas de agresión de ultra derecha, bajo la egida de los gringos, en una
campaña contra Venezuela, apoyando los ataques de EEUU a la economía
venezolana, creando una crisis creada por el FMI, la Unión Europea (UE), para
crear un intento de vacío de poder, del presidente constitucional Nicolas
Maduro, por un apátrida de la ultraderecha venezolana, autoproclamándose como
presidente interino, apoyado por los crápulas de las naciones de derecha del
continente,
La farsa montada
por EE.UU. con Juan Gerardo Guaidó Márquez (La Guaira, estado Vargas,
Venezuela; 28 de julio de 1983) es un ingeniero y político venezolano, actual
presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y parcialmente reconocido como
presidente encargado de Venezuela. Es diputado nacional por el estado Vargas y
pertenece al partido Voluntad Popular. Desde el 5 de enero de 2019 ejerce como
presidente de la Asamblea Nacional, siendo la persona más joven en ocupar dicho
cargo. Pero la realidad es la mentira del terrorista Guaidó, guarimbero
inmoral, asesino matando chavistas y estudiantes, miembro de Voluntad Popular
grupo terrorista, con un golpe de estado, como terrorismo, ingreso de
mercenarios colombianos, detenidos y expulsados de Venezuela, entre otros
crímenes de lesa humanidad.
Fue armada por
Trump la Unión Europea, para crear una farsa que solo tiene validez, para el
intento de EEUU, y la propuesta del mandatario Donal Trump. En su propuesta de
controlar el petróleo venezolano y el oro, de manera rapaz como el Condor,
intenta volver a la política del gran garrote y la famosa frase del presidente
Monroe, en su consigna de “América para los americanos”, siendo una mentira,
con decenas de invasiones a las naciones latinoamericanas.
Estamos ante una
realidad de un continente arrasado por el fascismo criollo y el imperio
destruyendo las economías, llevando el hambre y la pobreza a los pueblos latinoamericanos,
como ejemplo de Colombia que ataca a Venezuela, por los emigrantes venezolanos,
mientras mas de 5 millones de Colombianos viven en Venezuela, por las masacres
y asesinatos, como el hambre y muerte de los pueblos indígenas, producto de los
mercenarios y los carteles de la Droga, con el principal capo Uribe
expresidente y principal asesino de Colombia, como lo calificado la ONU, muchas
mentiras contra Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, han mostrado la
inmoralidad y el terror de nuestra Latinoamérica, ante un crecimiento del
fascismo.
diegojolivera@gmail.com
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