DECLARACIÓN POLÍTICA DEL CONSEJO POLÍTICO DEL PSUV
“VENEZUELA PATRIA BOLIVARIANA Y SOBERANA.
El Consejo Político del Partido Socialista Unido de Venezuela expresa su más rotundo rechazo al golpe de estado continuado, que incluyó hasta un intento de magnicidio, que está en ciernes y que no ha sido posible hasta los momentos gracias a la conciencia, organización y movilización del heroico pueblo venezolano, de los millones de militantes del PSUV, que se mantiene en resistencia; y la lealtad y firmeza de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y del Gobierno Bolivariano, apegada a los principios establecidos en la Constitución Nacional.
Los Estados Unidos, que ha sido y es históricamente un estado y un gobierno invasor y bárbaro en los siglos XIX, XX y XXI, con el presidente Trump al frente y con sus aliados históricos, la oligarquía local y los gobiernos del llamado cartel de Lima, desconocer la legitimidad constitucional del Presidente Nicolás Maduro y demás poderes públicos del Estado venezolano; pretende conformar un gobierno títere y un estado paralelo. La intención es volver al coloniaje del pasado en función de apropiarse de las enormes riquezas minero-petroleras del país y desintegrar el Estado-Nación venezolano como ya lo hicieron con Libia, Irak y el proceso del Medio Oriente, y como ha quedado en evidencia luego de las recientes sanciones y decomisos de bienes en el extranjero.
Es un plan conspirativo, terrorista y fascista para derrocar a la Revolución Bolivariana y el Gobierno del Presidente legítimo, Nicolás Maduro Moros, a quien este Consejo le ratifica su lealtad irrestricta, ya que constitucionalmente le corresponde gobernar al país para el período 2019-2025, según los resultados obtenidos en una elección trasparente universal y secreta, realizada el 20 de mayo del pasado año, y que fue juramentado por el Tribunal Supremo de Justicia, según lo establece el artículo 231 de nuestra Constitución.
Una elección en la que por cierto, Voluntad Popular, partido opositor del autoproclamado presidente interino usurpador con el aval de Washington, el diputado de la Asamblea Nacional en desacato, Juan Guaidó, decidió abstenerse y no participar, para luego hablar de fraude, preparando el terreno para deslegitimar al Presidente Maduro, quien también ha sido reconocido por el resto de los Poderes Públicos, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y el Poder Popular, así como un gran número de los gobiernos de la comunidad internacional.
La oposición venezolana, en una actitud dictatorial y fascista, además de demostrar un gran desapego de la Constitución nacional, no solo ha dado aval a este diputado, sino al “neocarmonazo” y a los instrumentos del mismo como las leyes de transición y de amnistía que han sido declaradas nulas por el Tribunal Supremo de Justicia, y que son instrumentos para ceder soberanía e instaurar la dictadura usurpadora de élites, basándose en el decreto del Grupo de Lima del 4 de enero y en el artículo 233 de la constitución bolivariana que habla de faltas absolutas del presidente y establece supuestos y causales que no se han configurado en la práctica; para adueñarse de los recursos estratégicos venezolanos en función del capital internacional y de la preservación del sistema financiero construido en Bretton Woods, que hoy se tambalea frente a la multipolaridad.
Insisto, en la República Bolivariana de Venezuela está en marcha un golpe de estado cuyo último fin sería realizar una intervención militar extranjera, con visos de una supuesta ayuda humanitaria, para luego convocar a una reconstrucción y repartición de recursos estratégicos a través de la privatización que a la larga significará además de destrucción y muerte, hambre para el pueblo y poder para la oligarquía transnacional encabezada por el grupo Polar vendepatria, entregada al yugo extranjero, desconociendo todo el ordenamiento jurídico nacional e internacional sustentado en principios de no intervención, no-injerencia y respeto de la autodeterminación de los pueblos.
Frente a esta situación está planteado como dignos hijos a hijas de nuestros aborígenes, de nuestros libertadores y libertadoras y del Comandante Chávez y su gesta independentista del siglo XX y XXI, de defensa de nuestra libertad, independencia y soberanía política, territorial y económica, enfrentar y derrotar esta política tenebrosa y fascista yankee con las orientaciones básicas que ha dado el Presidente Maduro y el mando único cívico-militar de la Revolución Bolivariana, las llamadas tres líneas estratégicas: la Paz, el Programa de Recuperación Crecimiento y Prosperidad económica y la lucha contra la Corrupción.
La inmensa mayoría de los venezolanos y venezolanas quieren convivencia democrática y enfrentar la situación de crisis que nos han inducido con la guerra económica, psicológica, migratoria y mediática, entre todas y todos los venezolanos en santa paz, y es por ello que apoyamos la propuesta planteada por el Presidente Legítimo y constitucional, Nicolás Maduro Moros, y sustentada por gran parte de la comunidad internacional de convocar al diálogo y a la negociación para solucionar nuestras diferencias entre hermanos y hermanas, y sin la injerencia de la bota yankee y sus países satélites y lacayos.
Dijo Bolívar en carta Irving del 7 de octubre de 1818: “No permitiré que se ultraje ni desprecie al Gobierno y los derechos de Venezuela. Defendiéndolos contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra población y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende”.
Así declaramos con el Comandante Eterno y con el Presidente legítimo y constitucional, Nicolás Maduro Moros, que en Unidad, Lucha, Batalla y Victoria,
¡Viviremos y Venceremos!
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