El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, aseveró que ante la escala de la espiral de violencia, el Plan golpista y de intervencionismo imperial, el Gobierno Bolivariano junto al pueblo, está obligado a detener, neutralizar y derrotar a los violentos y golpistas de siempre, por ende, convocó a una Asamblea Nacional Constituyente para solucionar, definitivamente, esta situación que afronta el país.
“(…) Viendo el Plan golpista, de odio y fascismo de la derecha, viendo las amenazas intervencionista hice lo que haría Chávez, estoy seguro; hice lo que mi conciencia Bolivariana y Chavista manda, convocar el Poder absoluto del pueblo soberano de Venezuela, a través del artículo 348, convocando una Asamblea Nacional Constituyente originaria, plenipotenciaria, constitucional para enfrentar y encarar esta situación y encausar una solución verdadera, democrática, libre y definitiva”.
La oposición venezolana no quiere diálogo y ha sobrepasado los límites y pretende imponer la violencia y las bandas criminales para desestabilizar la Patria y llenar de zozobra al pueblo para crear un clima de ingobernabilidad, reiteró el Presidente, al esbozar que las tres razones para que la derecha – auspiciada por el imperio – pretenda imponer su agenda violenta, que responde a tres razones: geopolítica, económica y política.
El jefe de Estado y de Gobierno explicó que siempre ha llamado a los sectores de la oposición venezolana al diálogo porque cree, firmemente, que es el camino para conseguir los puntos comunes para la paz, la convivencia y la armonía, pero ellos han buscado excusas y han trancado el juego.
“No ha habido un día donde no llame al diálogo, no ha habido un día que no llamemos a los interlocutores de la oposición para dialogar, y se han negado, y más que se negaron se han ido a las calles, desde el 6 de abril, a incendiar a Venezuela. No han podido incendiar a Venezuela pero han hecho daño (…)”.
Recordó los hechos violentos que han ejecutado desde el año 2014 hasta la fecha. Especificó que en el 2014 se fueron a una insurrección que dejó un saldo de 43 muertos, 900 heridos y pérdidas por un monto aproximado de 90 mil millones de dólares.
“Durante cuatro años he sido víctima de los ataques más brutales, despiadados, inspirados en el odio de una derecha extremista que ha sembrado el odio y el deseo de venganza y la violencia entre importantes sectores de sus seguidores”, puntualizó el mandatario nacional.
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