SACS promueve abastecimiento de medicinas para pueblo portugueseño


El Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (SACS) inició esta semana su programación anual de inspecciones y fiscalizaciones para garantizar el abastecimiento pleno de bienes y servicios que fomentan el derecho a la salud.

Este organismo, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), participa en dos de seis instancias activadas por el Estado Mayor de la Portuguesa Potencia, como son la de Salud Integral y Producción y Distribución Eficaz.

“Una de las acciones que ya comenzamos a hacer, en el marco de las tareas asumidas por ambas instancias, es la fiscalización en farmacias y droguerías”, dijo José Carrillo, Contralor Sanitario de Portuguesa.

El funcionario detalló que durante esta semana, ejecutaron dos incautaciones de medicamentos e insumos además del cierre de una droguería, ya que mantenían productos acaparados o que eran enviados de un almacén a otro, sin darle salida al público porque esperaban nuevos aumentos de precio.

También, esta semana detectaron farmacias con permisos de funcionamiento vencidos y medicamentos guardados. Las sanciones de rigor, fueron ejecutadas de la mano de la Zona de Defensa Integral (ZODI), encargada de la coordinación de la Misión Abastecimiento Soberano.

La vigilancia de los inspectores del SACS también se enfoca en el mantenimiento de la calidad de alimentos y productos de consumo masivo, cuidado personal y el control de prestadores de servicios como peluquería, barbería y spas, entre otros.

“Nuestro trabajo se centra durante este año 2018 en apoyar en todo punto de vista a la Autoridad Única de Salud y cada uno de los integrantes de estos dos estados mayores, porque el área de salud es complicada y básicamente nos enfocamos en garantizar el mayor confort y calidad de vida a los portugueseños”, sentenció el titular estadal del SACS.

Adelantó que en los próximos días comenzarán con la formación de personal que apoye a los inspectores, fundamentados en el talento humano captado a través del programa gubernamental Chamba Juvenil.

Según Carrillo, la incorporación de los jóvenes a las labores de verificación tanto de la cadena de alimentos como de medicamentos e insumos: “Permitirá una optimización de la labor fiscalizadora y una mayor asertividad en las acciones ejecutadas”.



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