Prensa Vicepresidencia.- El 3 de junio de 2004, el Comandante Eterno Hugo Chávez emitió una cadena presidencial histórica en la que aceptó el reto de medirse en un referéndum revocatorio convocado insistentemente por sectores de la oposición. La gesta, como acostumbraba, la vigorizó con un contundente discurso en el que llamó al pueblo a protagonizar una Batalla de Santa Inés en la calle.
Ese día quedó grabado en la mente y corazones de cientos de revolucionarios, porque su alocución no solo dio cuenta de su talante democrático y pacífico, sino de su valentía y confianza en el pueblo que, aún después de 13 años del anuncio del referéndum revocatorio, le sigue acompañando con un sentimiento que parece haberse inmortalizado.
Tras evocar al general Ezequiel Zamora, al cual los venezolanos celebraron este 2017 por cumplirse 200 años de su natalicio, convocó a lo que se considera una de las campañas electorales de mayor envergadura, dada su capacidad estadística, pues fue cuando se inició la organización del pueblo a través del mecanismo del 1x10, que hoy sigue siendo una estrategia de impulso del voto duro.
El profesor del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional, Henry Navas Nieves, historiador de profesión, asegura que la aceptación del proceso revocatorio y el anuncio de la campaña Batalla de Santa Inés, hicieron gala del carácter estratégico del mandatario.
“La Batalla de Santa Inés es la batalla en la cual el general Ezequiel Zamora derrota a los conservadores, es una táctica retardatriz, un sistema de trincheras que va entrampando al enemigo y lo va trayendo en el terreno donde era fuerte el ejército de la Federación y ahí definitivamente lo derrota”, explicó.
Esto, da cuenta de cómo debía ser para el jefe de Estado esta histórica contienda, en la que esperaba resultar victorioso y además terminar de una vez por todas con aquella oligarquía que, previo a sus intentos de revocar a Chávez, intentaron desestabilizar al país en materia económica y social a través de un golpe de Estado en 2002 que dejó 11 muertos desde su primer día de ejecución y posteriormente con el paro petrolero de 2002-2003.
Bondad presidencial
En uso de los derechos establecidos en la Carta Magna, la oposición del país inicia la recolección de firmas para el referéndum revocatorio a finales de 2003. “Eso fue un fiasco cuando presentaron las rúbricas durante los primeros meses de 2004, eran firmas planas, aparecían muertos firmando, firmas que fueron falsificadas y el Consejo Nacional Electoral (CNE) los descubre”, recordó Navas.
“La oposición hizo uso de una Constitución que habían negado, la Constitución de 1999, que se elige por mayoría de la nación y que había sido bombardeada por los medios de comunicación nacionales e internacionales, por Acción Democrática, Copei y por la cúpula eclesiástica, tratando de utilizar de manera ilegal un referéndum presidencial para deponer al presidente, al cual no pudieron deponer con el golpe y el sabotaje”, comentó el especialista en historia.
Navas Nieves destaca que pese a ello, el Gobierno Bolivariano al ver que era insostenible la situación con la derecha y que esta no podía recoger la cantidad de firmas solicitadas porque no contaban con el suficiente apoyo del pueblo- aunque se mostraba algo diferente a través de los medios de comunicación- el Comandante decide, en su magnanimidad, someterse al proceso.
“Era una permanente confrontación con una parte de la oligarquía y la clase media que se negaba a prepararse para las nuevas reglas del juego del Estado, que impulsaba la repartición de las riquezas de forma equitativa (…) y que entendía que se debía pagar la deuda social de un pueblo que estuvo sometido bajo la miseria y el hambre por un grupo de oligarcas que se apoderaron de la nación”, dijo.
A juicio del profesor, esto fue un acto de bondad del jefe de Estado porque según el artículo 72 de la Constitución, se debían cumplir con una serie de requisitos para la activación del referéndum revocatorio.
“Debían esperar la mitad del mandato y ellos iniciaron el proceso antes, estamos hablando de 2003; luego les pedían 20 por ciento de las firmas de la totalidad de votos obtenidos por el presidente Chávez y fue cuando entregaron las firmas planas y todo el fraude que hicieron para solicitar el revocatorio. Por supuesto, a este panorama se suma todo lo anterior: el golpe de Estado y el paro petrolero”, rememoró.
Una derrota anunciada
Para Navas Nieves, la realización del proceso fue una derrota para el sector opositor del país desde el inicio, puesto que se afianzó el liderazgo del mandatario y además la oligarquía fue brutalmente aplastada por los números obtenidos en la contienda.
“Fue un 60 contra 40 por ciento y eso trajo como consecuencia que la oposición no quisiera luego presentarse en las elecciones parlamentarias del año 2005, lo que produjo una amplia victoria de lo que, a decir del pueblo, fue una Asamblea Roja Rojita”, explicó.
“La Batalla de Santa Inés fue inmortalizada en un poema de enorme arraigo popular llanero de Alberto Arvelo Torrealba, que hace una analogía del Diablo, como lo malo, y Florentino, como el bueno y el bondadoso. Este poema fue recitado por Chávez y se convirtió en emblema de la campaña, señalando al Diablo como la derecha y a Florentino como el pueblo”, mencionó.
Se repite la historia
La campaña política Batalla de Santa Inés, que exaltó la imagen y figura Ezequiel Zamora, en ese 2004. Ahora, 13 años más tarde, vuelve a ser este General el centro de la campaña a la Asamblea Nacional Constituyente, proceso impulsado por el presidente constitucional Nicolás Maduro.
“Zamora, el comando de campaña se llama Zamora 200, en honor a ese ilustre que celebramos este 2017 por el bicentenario de su natalicio. Es idóneo, estamos ante un escenario similar, solo que la agresividad del enemigo es superior, las amenazas que se ciernen son superiores”, precisó Navas Nieves.
Esto, se ve agravado por el declive de los gobiernos progresistas de la región, la muerte del Comandante y el retorno a la palestra pública de los atentados mediáticos, la iglesia, Fedecámaras, líderes opositores, entre otros actores, que anteriormente se vieron inmersos en el golpe de Estado de abril de 2002.
“Dos años solicitando el referéndum y han promovido un enorme terrorismo donde han fallecido 60 ciudadanos. Es innegable. Ha sido una cosa horrorosa porque han empleado hasta bombas de excremento, han incendiado personas y han linchado no solo a chavistas, sino a personas con distinto color de piel. Son hordas fascistas en Venezuela que piden elecciones pero cuando el presidente se las ofrece, las rechazan”, dijo.
A su juicio, la oposición no quiere ir a elecciones porque saben que no ganarán la batalla. “Ahí está el proceso electoral, ¿cuál es la excusa?, quedaron desenmascarados y así como lo hicimos el 14 de agosto de 2004 volveremos a ganar este 2017”, declaró.
T: Natalie Rosales
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