El
“desabastecimiento programado”
es
una
práctica encubierta ejecutada por actores oponentes al proceso
bolivariano que no solo
persigue fines especulativos o de negocio fácil acaparando
alimentos, si no que posee fines políticos, electorales o
guarimberos.
Para
los intereses de la derecha venezolana e internacional, globalmente,
se trata de la articulación de una estrategia de desestabilización
del proceso revolucionario a través del desabastecimiento.
Existen
oligopolios en cada nodo de la cadena que controlan las condiciones y
precios de cada producto, empresas como Monsanto, Cargill, la
industria agroalimentaria y de la gran distribución
(Wall-Mart o Carrefour) determinan qué
se produce, cómo
se produce, marcan precios y especialmente seleccionan quién
produce los alimentos.
Esta
cartelización hace difícil el acceso a un suministro alimentario
medianamente seguro por parte de los pueblos soberanos como el de
Venezuela. Aquí no sólo hay implicaciones especulativas, sino que
también sirve para las presiones y el chantaje político, incluida
las amenazas de boicot.
Ante
tal situación
inducida y programada
es impostergable volcar la mirada y la acción de cada
venezolano
a
la tierra y el
cultivo de lo
que se lleva a la mesa.
Es
a través de los
espacios de siembra que
se pueden superar las variables
críticas, tales
como:
1.
Profundización del "desabastecimiento programado" en
función de lo político. 2. Escasa producción por parte de la
agricultura tradicional. 3. Restricciones con las importaciones. 4.
Impacto devastador de la sequía que se puede prolongar fuera de lo
habitual. 5.-
Caída
de las reservas estratégicas de alimentos.
Es
así como se puede concluir que “la
combinación y la convergencia en la coyuntura de tales nudos
críticos se
define
el “tiempo
político”
que tenemos que confrontar. Como
respuesta entonces, es tiempo de contingenciar
los planes de trabajo agrícola en la actual coyuntura
y así activar:
1.-
La
formación agroecológica,
respondiendo a necesidades detectadas en relación a semillas,
abonos, cosecha de agua, control de insectos. 2.-Proceso
de siembra priorizando
rubros de la dieta diaria y de ciclo corto 3.-Agrosoportes
y la dotación,
desarrollando la cultura del ahorro, el reciclaje y la reutilización
de materiales, reparando y fabricando herramientas y equipos.
De
ese modo irá naciendo una estrategia que tribute a la producción de
alimentos en forma rápida e incorporando a la población masivamente
en el proceso de siembra, priorizando la producción vegetal en la
agricultura urbana y periurbana en corto plazo, que valore los ritmos
técnico-productivos propios de la siembra.
Tiempo
de cultivo
Jerarquizando
los rubros a sembrar y
esclareciendo su tiempo de cultivo, se tiene que:
- Ciclo corto ( 45 días ) Cebollín y cilantro.
- Ciclo Corto (90 días ) Pimentón, Tomates, Ají Dulce
- Ciclo corto (90 días ) Caraota, Frijol.
- 4 Meses: Maíz
- 4 y 5 meses: auyama, batata, melón, patilla
- 6 y 9 meses: Yuca
- Semi-Perenne ( 9 meses) Quinchoncho
Superar
nudos
críticos
La
coyuntura de
desabastecimiento actual que vive Venezuela demanda
otro tipo de planificación, desarrollando una metodología para
trabajar con nudos críticos. Hay que aplicar lo que Aristobulo
Izturiz sugiere para el papeleo y la burocracia: supositorios
de triquitraqui.
En
una emergencia alimentaria como la que estamos viviendo, esta
puntualización funciona como profilaxis, que previene los retardos y
dilaciones, las demoras o parálisis
En
los planteles educativos se viene sembrando hortalizas de hojas,
como lechuga, acelgas, espinacas, berro, de raíz como zanahorias,
remolachas, rábanos, cebollas, y de frutos como tomates, pimentón,
ají, estos rubros aportan nutrientes, fibras y oligoelementos
importantes; son sencillas y rápidas de producir, en pequeños y
alternativos espacios.
La
siembra se ha asociado con rubros de distintas familias y se puede
cultivar
en formas de relevo; es decir en distintos tiempos para garantizar
todo el año y utilizando las mesas organopónicas, barbacoas o
diferentes envases, cestas o cauchos, sacos colgantes, los techos,
todos ellos como alternativas que nos permiten aprovechar al máximo
los pequeños espacios, reciclar y reutilizar la cantidad de envases.
El
proceso de formación permanente en agroecología conviene
que tenga énfasis
en los contenidos sobre semilla, abonos orgánicos, cosecha de agua.
De la misma manera, promover talleres sobre procesamiento y
transformación de alimentos, recetarios y gastronomía popular.
Fuente:
Misión Soberanía Almentaria. Exposición: Contingenciar la
Formación y el Plan de Siembra.Adaptación: Carmen Luzardo.R.
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