LA MUSA...
Nocturna, silenciosa y misteriosa
Entra en mi cuarto con total impunidad
Quita mis sabanas, se ubica en el costado
Hasta que a la fuerza me logra despertar
Busca en mi mente las palabras precisas
Y sus caprichos no logro resistir
Su insistencia me llena de motivos
Suyo es mi verbo, mi fuerza, mi existir
Siempre termino cumpliendo sus caprichos
Aún sabiendo que luego partirá
A sacudir el alma de otro amante furtivo
Para arrancarle versos a la nocturnidad
No hay fuerza que resista su bestial embestida
Pues hasta al mismo sueño, ella logra espantar
No conoce de horarios ni respeta cansancio
Y hace como las olas que besan y se van
Ya por ahora en mí, logró su cometido
Quiso que fuera suyo, de ella y nadie más
Me ha pedido que calle su nombre y apellido
Y el duende del olvido me los hizo olvidar
Autor: Gustavo Antonio Rosendo Orozco, el Poeta de La Vega. Desde Barquisimeto (Lara-Venezuela) el 18/10/2022
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