Los
enemigos de la paz en el mundo como son los sectores del capitalismo
o imperialistas luego de querer avasallar fuertemente las culturas
más autóctonas de esta región y hacernos dependientes del
consumismo por encima de la vida digna, sienten y padecen el rabiar
de nuestra gente; peruanos, ecuatorianos, colombianos, haitianos
entre otros, ven como la idiosincrasia de la América india sigue
intacta y que la transculturización no pudo vencer y hoy vemos caer
sus caretas ante la rebelión de la grande patria. Esto no solo
desnuda la claridad de conciencia que tenían nuestras poblaciones y
países hermanos, también descubre y define al cobarde rostro de los
mandantes de la derecha; los Piñeras, Morenos o los Duque al asumir
las armas de Pinochet, los fusiles de Uribe al verse abrumados por la
dignidad del pueblo bravío que le acechaba y así tratar de detener
infructuosamente al huracán de libertad que se erigió en
Latinoamérica.
Es
indescriptible la efervescencia chilena enfrentando el recetario del
FMI, es invaluable la indignación del ecuatoriano ante la más burda
traición a la revolución ciudadana, es esperanzador ver el espíritu
de Gaitán soltarse por las ciudades de Colombia y humillar con el
100 % de las Gobernaciones en manos ajenas al Sub Presidente Duque,
figúrate que orgullo fue ver, a los pueblos originarios alzarse y
ratificar su revolución en Bolivia de forma contundente sin dejo de
dudas, es motivante ver a los patriotas argentinos hacer despertar al
legado de Khisner y sacar a patadas al boludo, corrupto e insípido
Macri.
América está que arde pero
no porque nuestro obrero Presidente así lo ordenó, no tampoco fue
el foro de Sao Paulo, no se cieguen. Si de algo quieren culpar a
Maduro, cúlpenlo de no dejar caer el legado del Comandante Supremo
que brilla en sus ojos o verbo, demándenlo por no rendirse jamás,
de siempre estar al lado del pueblo, de interpretarlo y acompañarlo
en sus luchas, como en esta estruendosa resistencia que hoy vivimos,
donde estamos venciendo y que inspira estas batallas en las calles de
América, donde la voz indígena resuena como el shoflar hebreo
irrumpiendo en los oídos de la derecha que tambaleante se cobardea
ante semejante accionar que comenzamos a sentir con mucha fuerza con
triunfos contundentes en Bolivia, Argentina incluso en Colombia como
ejemplo de lo que vendrá en los próximos días, meses y años en
esta región indomable del mundo.
No
culpen a Maduro cúlpenme a mí, por no claudicar, por no retroceder,
culpen al pueblo venezolano por no arrodillarse y con gallardía y
valentía vencer cada plan, cada ataque que la derecha imperial
asesta para hacernos claudicar sin lograrlo. Culpen a la sangre de
Guaicaipuro, de Bolívar, de Zamora que corre en llamas por nuestras
venas. Acusen a Chávez por despertar la dignidad patriótica y
devolvernos el ímpetu ancestral de lucha y de victoria. Ya no somos
los pendejos de los años de punto fijo, ya no somos los bolsas que
dominaron por décadas, ya no nos engañan con una campaña
publicitaria ni con planes macabros del pentágono, ya no vale la
propaganda negra, ya aquí no hay forma ni manera de manipular; la
derecha es una asquerosidad y eso es público y notorio en este
planeta. Este despertar que Hugo Chávez hizo en Venezuela sacudió
al mundo entero en especial a este hemisferio y cuando digo que no
somos ya los pendejos de ayer no solo hablo de mi país, hablo de
Chile, Colombia, Peru, Ecuador, Argentina, Brasil y Bolivia, me
refiero a Nicaragua, Uruguay, Haití, Panamá, Puerto Rico es toda la
América que resuelta sale a gritar basta ya, de exclusión, y a
reafirmar su soberanía…señores es hora de los pueblos libres.
Hoy
finalmente con nombre y apellido; se enfrentan, el capitalismo y el
socialismo, las democracias verdaderas contra las dictaduras del
siglo 21, donde lo protagónico y el constituyente reclama su curul y
saca de un tajo al político representativo, conservador y a sus
elites a trompadas, donde la doctrina Monroe cae en la lona ante la
magnanimidad del ideario de Simón Bolívar. Venezuela, Chávez y
Maduro son los culpables entonces por mantener la llama viva para que
hoy la camada revolucionaria de américa toda, diga presente y se
sume con voz propia a fortalecer esta contienda territorial e
ideológica que nos debe dejar más cercano al Sueño Bolivariano…
ni Bolívar, ni Fidel, ni el Che, ni Allende, araron en el mar y
Chávez sintetizó y rescató esas cosechas para que hoy vibre y se
plante como el sol del ezequibo desde México hasta la Patagonia.
La
patria y la Victoria nos pertenecen
Andrik
Cordero
C.I. 7.430.328
Twtter: @AndrikCordero
correo electrónico:
andrikcorderopsuv@gmail.com
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