(CLR, Barquisimeto, 18 /06/15) Para quienes todavía no han caído que Venezuela afronta una guerra económica brutal de las corporaciones monopólicas de distribución de alimentos y productos de higiene personal y del hogar entre otros, con sus tentáculos internos y externos, estando además orquestados en la producción de mensajes que generan pánico y desasosiego en la población a través de los medios de difusión, están solo observando una parte de la historia actual.
La guerra económica es un instrumento de la guerra política sostenida y mantenida por quienes creen en el capitalismo y en EEUU como rector de la humanidad, su fin en Venezuela es inocular en cada mente de las y los venezolanos que existe ingobernabilidad, y así producir un cambio político de Gobierno que en nuestro caso, se declara defensor de los derechos humanos y de los intereses del bien común.
Tales apreciaciones fueron compartidas durante una conferencia sobre "Guerra Económica y Mediática en Venezuela" ofrecida por el comunicador social Willians Castillo, productor y conductor de "Tv Foro" por VTV.
Mientras las grandes corporaciones trancan la producción, acaparan, desvían sus ventas a otros mercados y que "libres", los medios de difusión incluyendo grupos robotizados en las redes sociales insisten con publicidad, información a medias, campañas de imagen y mercadeo, en generar shock y miedo en la población.
Con su visión perversa, logran lo siguiente: 1. Profecía autocumplida, al reiterar que no hay un producto, la gente compra así no lo requiera (sobreconsumo). 2.-Generalización de lo particular, la mayoría de las informaciones no destacan sitios en particular, ni negocios sino las colas de las personas, reportando la escasez y el desabastecimiento, más no reportan las altas ganancias diarias que está teniendo el establecimiento. Magnifican los sentimientos ( dejan rodar en su máxima expresión anaqueles vacíos pero de protagonista un anciano o una madre), si bien los anaqueles están vacíos, no destacan la venta de todo un mes hecha en dos o tres días, con ganancias inmediatas, con ventas en efectivo sin dejar rastros de factura en mucho de los casos, esos no es noticia).3.- Pánico Consumista, hasta lo que no requiero trato de adquirirlo con cola o sin cola.
Ahora bien, qué hacer ante la guerra, Castillo con su experiencia de socialización de conocimiento por todo el país nos compartió algunas soluciones muy de cada quién basadas en el compromiso personal y social de pensar en un modelo mas humano y sano, de allí que mantenernos informados y formados en la materia de consumo de alimentos provechosos y no transgénicos (de estos forman parte la comida rápida propia de franquicias); elevar la conciencia individual y colectiva no haciéndole juego a compras compulsivas; comunicarnos y organizarnos en lo comunal y local; visibilizar al enemigo (acaparador, especulador, contrabandista y bachaquero; denunciar, boicots (protesta activa) contra negocios que hagan prácticas discriminatorias al usuario de los productos; propiciar ferias de consumo y el trueque comunal.
La guerra económica es un instrumento de la guerra política sostenida y mantenida por quienes creen en el capitalismo y en EEUU como rector de la humanidad, su fin en Venezuela es inocular en cada mente de las y los venezolanos que existe ingobernabilidad, y así producir un cambio político de Gobierno que en nuestro caso, se declara defensor de los derechos humanos y de los intereses del bien común.
Tales apreciaciones fueron compartidas durante una conferencia sobre "Guerra Económica y Mediática en Venezuela" ofrecida por el comunicador social Willians Castillo, productor y conductor de "Tv Foro" por VTV.
Mientras las grandes corporaciones trancan la producción, acaparan, desvían sus ventas a otros mercados y que "libres", los medios de difusión incluyendo grupos robotizados en las redes sociales insisten con publicidad, información a medias, campañas de imagen y mercadeo, en generar shock y miedo en la población.
Con su visión perversa, logran lo siguiente: 1. Profecía autocumplida, al reiterar que no hay un producto, la gente compra así no lo requiera (sobreconsumo). 2.-Generalización de lo particular, la mayoría de las informaciones no destacan sitios en particular, ni negocios sino las colas de las personas, reportando la escasez y el desabastecimiento, más no reportan las altas ganancias diarias que está teniendo el establecimiento. Magnifican los sentimientos ( dejan rodar en su máxima expresión anaqueles vacíos pero de protagonista un anciano o una madre), si bien los anaqueles están vacíos, no destacan la venta de todo un mes hecha en dos o tres días, con ganancias inmediatas, con ventas en efectivo sin dejar rastros de factura en mucho de los casos, esos no es noticia).3.- Pánico Consumista, hasta lo que no requiero trato de adquirirlo con cola o sin cola.
Ahora bien, qué hacer ante la guerra, Castillo con su experiencia de socialización de conocimiento por todo el país nos compartió algunas soluciones muy de cada quién basadas en el compromiso personal y social de pensar en un modelo mas humano y sano, de allí que mantenernos informados y formados en la materia de consumo de alimentos provechosos y no transgénicos (de estos forman parte la comida rápida propia de franquicias); elevar la conciencia individual y colectiva no haciéndole juego a compras compulsivas; comunicarnos y organizarnos en lo comunal y local; visibilizar al enemigo (acaparador, especulador, contrabandista y bachaquero; denunciar, boicots (protesta activa) contra negocios que hagan prácticas discriminatorias al usuario de los productos; propiciar ferias de consumo y el trueque comunal.
Comentarios
Publicar un comentario